El Secretario de Transporte de EE.UU., Ray LaHood, ha anunciado hoy un "Plan para acabar con la conducción distraída". Su nueva iniciativa presiona a 11 estados que actualmente no tienen leyes sobre conducción distraída para que las adopten en un esfuerzo por hacer las carreteras más seguras para conductores y peatones. LaHood anima al Congreso a adoptar una prohibición nacional de los teléfonos móviles, aunque no especificó si la prohibición sería tanto para los dispositivos portátiles como para los de manos libres.
El secretario también está a favor de que los fabricantes de automóviles se adhieran voluntariamente a las directrices del gobierno para "garantizar que las tecnologías de salpicadero que se incorporan cada vez más a los coches no distraigan a los conductores". Quiere que los programas de educación vial trabajen con los estudiantes y los conductores más jóvenes, un grupo demográfico especialmente propenso a conducir distraídos, incorporando nuevos materiales curriculares que identifiquen los diversos factores que pueden llevar a una conducción distraída, así como que esbocen las consecuencias de conducir distraído.
En estos momentos, el Departamento de Transporte está experimentando con programas piloto de 2,4 millones de dólares en Delaware y California que utilizan una mayor presencia policial y campañas de concienciación pública para combatir la conducción distraída. Programas similares se pusieron en marcha en Hartford (Connecticut) y Syracuse (Nueva York), y dieron lugar a un descenso del 72% y el 32% en el uso de mensajes de texto mientras se conduce.
LaHood fue nombrado secretario de Transporte en 2009, y desde entonces se ha centrado en combatir la conducción distraída. Durante sus tres años en el cargo, el número de estados con leyes contra el envío de mensajes de texto mientras se conduce ha aumentado de 18 a 39. 10 estados prohíben ahora el uso del teléfono móvil en la mano mientras se conduce, además del envío de mensajes de texto. Aun así, LaHood insiste en que podemos hacerlo mejor. Según él, "una de cada diez muertes en carretera se debe a distracciones al volante. En este mismo momento, 660.000 conductores hablan por teléfono mientras están al volante en las carreteras de nuestro país".
Curiosamente, LaHood no se ha pronunciado específicamente a favor de prohibir los dispositivos de manos libres. Ha dicho que el Departamento de Transporte quiere realizar primero un estudio sobre "el uso real del móvil por los conductores" antes de pronunciarse en uno u otro sentido. Por el contrario, el Consejo Nacional de Seguridad en el Transporte anima a prohibir el uso del móvil, ya sea con o sin manos, mientras se conduce. La Junta de Seguridad cita estudios según los cuales las conversaciones con manos libres distraen a los conductores tanto como las que se realizan a través de un teléfono móvil de mano. Al parecer, independientemente del dispositivo utilizado, a los conductores les resulta difícil dividir responsablemente su atención entre la conversación que están manteniendo y la atención a lo que ocurre delante y a su alrededor. Tendremos que esperar a ver qué dice el Departamento de Transporte sobre los dispositivos de manos libres, pero por ahora el departamento se está centrando definitivamente en abordar el problema global de la conducción distraída y convertirlo en una prioridad nacional.
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