Toyota está en modo de control de daños. Sintiendo la reacción de su retirada tardía de los vehículos con frenos defectuosos, la empresa parece estar retirando ahora cualquier modelo con problemas de seguridad notificados, hayan causado o no accidentes, lesiones o muertes. Toyota ha anunciado hoy que añadirá 50.000 SUV Sequoia de 2003 a su lista de vehículos retirados para solucionar problemas de control de estabilidad que surgen al acelerar desde una parada. Sabiendo que el daño a las relaciones públicas ya ha hecho mella, la empresa está tomando medidas para emerger como líder en seguridad automovilística.
Toyota ha recibido 96 informes sobre el problema de aceleración que, de momento, no ha causado heridos ni accidentes. En un comunicado, la compañía dijo que "en los vehículos sin la actualización, el sistema VSC podría activarse a baja velocidad (aproximadamente 9 mph) durante unos segundos después de la aceleración desde una posición detenida y, como resultado, el vehículo podría no acelerar tan rápido como el conductor espera."
Sin duda, es mejor que la empresa sea prudente cuando se trata de cualquier tema de seguridad. Pero no puedo evitar preguntarme si la continua lista de retiradas de seguridad de Toyota es en parte relaciones públicas. Llámalo la defensa de Domino's. El año pasado, la omnipresente cadena de pizzerías publicó anuncios ("The Pizza Turnaround") diciendo que habían cambiado su receta, admitiendo lo que todo el mundo ya sabía: que su pizza era una mierda. La idea era que la gente confiara en la calidad de la nueva receta gracias a la audaz admisión. En una línea similar, Toyota parece estar aprovechando la oportunidad de emerger como una empresa que ha aprendido de sus errores y que ahora considera la seguridad como su principal prioridad.
El gobierno federal sigue arremetiendo con dureza contra Toyota. La semana pasada, la National Highway Traffic Safety Administration anunció que impondría a Toyota una multa de 16,4 millones de dólares, la máxima sanción posible y la más alta jamás solicitada. Y los federales investigan actualmente si un accidente de un Toyota Highlander de 2002 en el que murieron cuatro personas se debió a problemas de aceleración. La compañía ha llamado a revisión las versiones 2008-2010 de ese modelo. "Toyota se solidariza con las personas y las familias implicadas en cualquier accidente en el que estén implicados nuestros vehículos", declaró Toyota en un comunicado.
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