Un nuevo estudio publicado esta semana por la Fundación AAA para la Seguridad en el Tráfico muestra que las adolescentes tienen el doble de probabilidades que los adolescentes de utilizar teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos mientras conducen. El estudio utilizó imágenes de vídeo en el coche y fue diseñado específicamente para supervisar la conducción distraída entre los adolescentes. El presidente y director ejecutivo de la Fundación AAA, Peter Kissinger, dijo: "Este nuevo estudio proporciona la mejor visión que hemos tenido sobre cómo y cuándo los adolescentes se involucran en comportamientos de conducción distraída que se cree que contribuyen a que los accidentes automovilísticos sean la principal causa de muerte entre los adolescentes."
Teniendo en cuenta que los accidentes de tráfico son la principal causa de muerte entre los jóvenes estadounidenses, el estudio pretendía arrojar luz sobre el tipo de comportamientos que a menudo pueden provocar accidentes. Según el comunicado de prensa de la Fundación AAA, "los datos de este informe proceden de un análisis de vídeos recogidos como parte de un estudio naturalista en tres fases de 50 familias de Carolina del Norte con conductores adolescentes noveles. El primer estudio examinó cómo los padres supervisan a sus hijos adolescentes durante la etapa de aprendizaje de GDL, y el segundo examinó cómo los comportamientos de los adolescentes y las condiciones de conducción cambian durante la transición a la conducción sin supervisión. Para el estudio actual, se volvieron a analizar 7.858 clips de los primeros seis meses de conducción sin supervisión para investigar específicamente la distracción."
Entre las conclusiones más interesantes del estudio, "las mujeres tenían casi el doble de probabilidades que los hombres de utilizar un dispositivo electrónico mientras conducían, y en general tenían casi un 10% más de probabilidades de que se las observara realizando otros comportamientos distraídos, como alcanzar un objeto en el vehículo (casi un 50% más de probabilidades que los hombres) y comer o beber (casi un 25% más de probabilidades)". Sin embargo, el estudio también determinó que los adolescentes varones eran "aproximadamente dos veces más propensos a girarse en sus asientos mientras conducían, y también eran más propensos a comunicarse con personas fuera del vehículo."
El estudio pone de manifiesto una gran disparidad entre géneros en lo que respecta a las prácticas de conducción distraída; una brecha que puede ser objeto de futuros estudios. En el comunicado de prensa, Kissinger sugiere explorar las diferencias de género con respecto a la distracción en futuros proyectos, y añade: "Cada conocimiento que obtengamos sobre el comportamiento de los conductores tiene el potencial de conducirnos a nuevas estrategias de gestión de riesgos."
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