¿Y si alguien te dijera que puedes llegar al trabajo más rápido que ahora y que lo único que tienes que hacer es no pararte en ningún semáforo en rojo, no esperar ninguna flecha de giro y no conducir tan rápido? Y no sólo su trayecto sería más rápido, sino que los accidentes en esa ruta disminuirían, ¡quizá a la mitad!
Te apuntarías a eso sin pensarlo, ¿verdad?
¿Y si le dijera que tanto la rapidez en llegar al trabajo como la reducción de accidentes son consecuencia directa de la instalación de rotondas en su trayecto?
Ya no estás tan emocionado, ¿eh?
Es cierto. Los estadounidenses tienen una especie de miedo irracional a las rotondas. Las imaginamos como los insanos círculos de doce carriles que vemos en las viejas películas que transcurren en Europa. Conduciendo de un lado a otro, atrapados en el carril interior, sin poder salir ni cambiar de carril porque todos los demás conductores pasan a toda velocidad por la autopista. Pero las rotondas modernas son intersecciones mucho más pequeñas y lentas, con islas que separan las entradas del tráfico ya en movimiento. El conjunto fluye mucho más fácilmente que nuestra aterradora imagen (que suele ser de algo llamado glorieta, y no de una rotonda, en cualquier caso).
O quizá nos asuste la falta de semáforos. ¿Cómo podremos decidir adónde ir sin una luz roja, amarilla o verde que nos lo indique? ¿No nos confundiremos y provocaremos más accidentes? Parece que no: los estudios han demostrado que los accidentes y las lesiones se reducen cuando se instalan rotondas. De hecho, la Administración Federal de Carreteras señala que "sólo el 10% de todos los cruces están señalizados, pero casi el 30% (2.744) de las muertes en cruces se produjeron en cruces señalizados", lo que significa que los semáforos no evitan los accidentes, sino que éstos se producen en proporciones desproporcionadamente mayores en los cruces señalizados.
Quizá sea por lo de reducir la velocidad y conducir en círculo. Pensamos que no hay manera de que nuestro viaje sea más rápido, porque estamos constantemente reduciendo la velocidad en las rotondas. Pero normalmente estás constantemente parando en los semáforos. Esperarás aún más en un semáforo si alguien está girando a la izquierda y también tiene una flecha. De hecho, un artículo en Slate mencionaba el ejemplo concreto de Golden, Colorado, "que en 1999 convirtió en rotondas una serie de cuatro intersecciones anteriormente señalizadas en un amplio tramo de autopista arterial que se estaba convirtiendo en un importante corredor para el comercio minorista de "grandes cajas". Mientras que la velocidad entre las intersecciones se redujo de 47 mph a una media de 37 mph, el tiempo para recorrer todo el tramo de carretera disminuyó". Ver. Tu viaje al trabajo será más rápido.
Por no hablar del ahorro en gasolina. Lo menos eficiente que se puede hacer es parar y volver a acelerar constantemente. La aceleración consume más gasolina que una velocidad relativamente constante, y con un sistema de rotondas no te detendrás, sino que irás a velocidad de crucero. Así que las rotondas también son beneficiosas para el bolsillo.
Puede que tardemos un tiempo en superar nuestros problemas con las rotondas, pero en nombre del ahorro de tiempo, dinero y vidas, intentémoslo, por favor.