Una de las organizaciones de seguridad infantil más importantes del país ha anunciado esta semana que ha ha cambiado de tono en lo que respecta a las sillas de seguridad para niños. Anteriormente, la Academia Americana de Pediatría consideraba seguro cambiar a los niños pequeños de las sillas orientadas hacia atrás a las orientadas hacia delante a la edad de 1 año, pero la nueva política sugiere que los niños pequeños deben permanecer en las sillas orientadas hacia atrás hasta su segundo cumpleaños. La declaración añadía que los niños pequeños que van sentados en sentido contrario a la marcha tienen un 75% menos de probabilidades de morir o resultar heridos en un accidente de tráfico grave.
"Nuestras recomendaciones pretenden ayudar a los padres a alejarse de las nociones evangélicas que se basan en la edad del niño", afirma el Dr. Dennis Durbin, autor principal del estudio. "Queremos que reconozcan que con cada transición que hacen, de la orientación hacia atrás a la orientación hacia delante y a los asientos elevados, se produce una disminución de la seguridad de su hijo. Por eso instamos a los padres a retrasar estas transiciones el mayor tiempo posible."
Durante décadas, dicen los partidarios de este cambio, los padres han considerado que dar la vuelta a la silla del coche es un marcador de desarrollo mental, por lo que se han apresurado a cambiar a una silla orientada hacia delante demasiado pronto. En realidad, este hito arbitrario pone en peligro a los niños pequeños, ya que la cabeza de un bebé es grande en comparación con el resto de su cuerpo, lo que significa que podría salir volando hacia delante en caso de accidente de tráfico grave.
El New York Times informa sobre una familia que había seguido previamente el consejo de mantener a sus hijos en asientos orientados hacia atrás un año más. Durante ese año, la pareja sufrió un aparatoso accidente de coche, en el que atravesaron tres carriles de tráfico y aterrizaron boca abajo junto a la autopista. Para sorpresa de los equipos de emergencia, toda la familia resultó ilesa. "La gente pensaba que estábamos locos por llevar a nuestra hija de 2 años mirando hacia atrás, pero si hubiera estado mirando hacia delante, hoy no estaría viva", afirma Ed Weissberg, el padre de la niña.
Crédito de la foto: Joe Shlabotnik