En un caso que acaparó la atención nacional, un juez de Nueva Jersey dictaminó recientemente que el remitente de un mensaje de texto no puede ser considerado responsable de los accidentes causados como consecuencia de que el conductor lea el mensaje.
El caso, derivado de un accidente ocurrido en 2009 en el que Kyle Best colisionó con David y Linda Kubert mientras estaba distraído con una conversación a través de un mensaje de texto, habría tenido importantes implicaciones a la hora de atribuir una parte de la responsabilidad a la persona que envió el mensaje de texto. El abogado de los Kubert argumentó que, dado que la amiga de Best, Shannon Colonna, sabía que él conducía, fue "cómplice" en el accidente. El juez del Tribunal Superior del condado de Morris, David Rand, no estuvo de acuerdo.
En una declaración hecha a Associated Press, Rand declaró: "Si tuviera que extender este deber a este caso, a mi juicio, cualquier forma de distracción podría servir potencialmente de base para un caso de responsabilidad civil. Esperamos más de nuestros conductores. Esperamos más de las personas a las que se concede la licencia y el privilegio de conducir vehículos en nuestras carreteras. Creo que no hubo complicidad en el sentido legal. Considero que no es razonable imponer una obligación al demandado en este caso bajo estos hechos."
El abogado de los Kubert, Skippy Weinstein, dijo que sus clientes esperan que su demanda haya contribuido a llamar la atención sobre los peligros de la conducción distraída. Weinstein emitió un comunicado en el que decía: "Aunque el caso contra Shannon Colonna ha sido desestimado, [los Kubert] se sienten reconfortados al pensar que, al presentar el caso, se ha logrado el objetivo de hacer que la gente piense antes de enviar mensajes de texto, ya sea mientras conduce o a alguien que está conduciendo. Tal vez pueda evitar que ocurra otro trágico accidente".
Aunque Weinstein dice que los Kubert planean apelar la decisión, por ahora el mensaje parece ser que depende de cada conductor comportarse de forma responsable al volante. Como aludió el juez, parte de lo que se espera cuando a alguien se le concede el permiso es que sea lo bastante prudente como para saber lo que debe y no debe hacer cuando se pone al volante. Sin duda, enviar mensajes de texto al volante es peligroso, pero es responsabilidad del conductor apagar el teléfono o esperar a aparcar antes de consultar los mensajes entrantes.
Por otra parte, aunque Colonna no es legalmente responsable de la colisión que se produjo como consecuencia del mensaje de texto que envió, al menos este caso debería hacer que la gente se detuviera y se cuestionara si el texto que envía es realmente tan importante. Después de todo, si saben que la persona puede estar conduciendo, ¿por qué arriesgarse?
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