Conducción distraída se ha convertido en un grave problema en todo el país, matando aproximadamente a 5.500 personas e hiriendo a casi 500.000 cada año. Por ello, defensores de la seguridad, responsables políticos y científicos han adoptado un planteamiento de "todos a una" para eliminar esta peligrosa práctica. Un nuevo sistema inteligente de control de vehículos desarrollado por un grupo de investigadores alemanes ha llevado este esfuerzo a niveles sin precedentes, con un producto que permitiría al conductor controlar todo en el coche, desde los ajustes de volumen hasta la temperatura, con sólo mover un dedo.
El prototipo, que se presentará en una conferencia sobre interfaces de usuario inteligentes que se celebrará en Palo Alto la semana que viene, rastrea los movimientos del dedo del conductor al interferir con un campo eléctrico de un sensor colocado en el volante. El tipo de movimiento del dedo -un círculo, un rectángulo o un triángulo, por ejemplo- determinaría qué tipo de control debe regular el movimiento.
Aunque se trata de un enfoque creativo para reducir las distracciones, el prototipo tiene algunas implicaciones muy serias que podrían anular su utilidad. En primer lugar, el sensor sólo funciona si el conductor tiene las manos en la posición tradicional de "diez y dos" y conduce recto. Con una tecnología tan poco probada, los conductores también deben ser conscientes de que el coche podría malinterpretar sus movimientos, lo que podría provocar distracciones adicionales.
Pero el aspecto más inquietante de esta nueva tecnología reside en uno de sus fines previstos. Como describe Christian Muller, uno de los investigadores principales del proyecto, "combinaremos esto con el reconocimiento de voz para que la gente pueda dictar mensajes de texto en el coche". El hecho es que la conducción distraída -en cualquiera de sus formas, desde enviar mensajes de texto hasta hablar para comer- es peligrosa y puede provocar accidentes de tráfico perjudiciales. Desarrollar tecnología que facilite más distracciones probablemente no ayudará a solucionar el problema.
Estoy a favor de las soluciones tecnológicas para una conducción segura. Pero cuando se trata de mejorar la seguridad en las calles y carreteras de la ciudad, la mejor solución es la tecnología que hace más difícil, no más fácil, enviar mensajes de texto.
Fotografía: Stephen Cummings