Cometer fraude al seguro ya es bastante malo, pero cuando pones en peligro a tus hijos en el proceso alcanza un nuevo nivel de escoria. Para Ana Ovando, madre de cinco hijos, la decisión excepcionalmente mala de protagonizar tres colisiones diferentes en un año se vio agravada por la decisión aún peor de llevar a sus hijos de paseo.
Ovando montó tres accidentes distintos, con sus dos hijos mayores en el vehículo durante el primero y los tres hijos en el vehículo durante el segundo y el tercer incidente. Luego hizo que sus hijos mintieran a las compañías de seguros y al personal médico, y que recibieran tratamientos quiroprácticos que no necesitaban.
Los fiscales dijeron: "Estos niños estaban expuestos a un peligro físico: Ovando los metió en un vehículo con pleno conocimiento de que sufrirían un accidente de automóvil en una calle de la ciudad. El hecho de que los niños estuvieran presentes en el vehículo hacía que el accidente pareciera más "real", y Ovando esperaba que así las compañías de seguros no sospecharan que se trataba de un fraude."
Desgraciadamente, el plan acabó resultando contraproducente, ya que condujo a una condena aún más dura. Ovando ha sido condenado a seis años y medio de prisión, una pena más dura de lo habitual según las directrices federales de imposición de penas.
Además de ser condenada por conspiración y fraude postal, Ovando también fue grabada intentando convencer a sus hijos de que mintieran en el juicio. Y, por si fuera poco, fue implicada en fraude con cupones de alimentos, hurto en tiendas y acusada de estafar 20.000 dólares a una pareja de guatemaltecos afirmando que podía ayudarles a conseguir "tarjetas verdes".
Además de la inusual pena de prisión, Ovando deberá indemnizar con 71.300 dólares a las compañías de seguros a las que defraudó y será deportada a su país de origen, la República Dominicana, cuando salga de la cárcel.