En estos momentos se está hablando mucho de la decisión de la Autoridad de Tránsito Metropolitano de San Francisco de seguir adelante con el carril bici propuesto en Fell y Oak. Es una gran noticia, para que el ciclismo (y la conducción) sea más seguro en San Francisco, son necesarias mejoras estructurales como esta.
Pero cuando nos fijamos en esta imagen del diseño propuesto (abajo), que eliminaría las plazas de aparcamiento en lugar de restringir el flujo de tráfico mediante la reducción de los carriles de circulación, ese giro a la izquierda me da mucha pausa. Ver que he pasado mucho tiempo en Washington DC antes de trabajar para GJEL, y cuando la ciudad puso en marcha sus actualizaciones para bicicletas, parte de eso era poner en lo que es esencialmente la carretera para bicicletas en la calle 15 NW.
La mayor parte del diseño es el mismo que el propuesto en Fell y Oak, la 15ª es una calle de tres carriles de una sola dirección con tráfico intenso. La gran diferencia es que el carril de giro a la izquierda no invade el carril bici. En ningún momento se mezclan bicicletas y coches. Incluso se han coordinado los semáforos de giro a la izquierda con los de las bicicletas para que los conductores no tengan que preocuparse nunca de atropellar a un ciclista que viene volando por la calle.
Como ciclista, los resultados fueron magníficos. La sensación de seguridad al utilizar la calle 15 no tiene parangón, y es una arteria esencial para los ciclistas que recorren la ciudad. Aunque hay carriles bici por todo DC, merece la pena ir a la calle 15, donde puedes estar seguro de estar fuera del alcance de los conductores y separado por una barrera.
La ciudad de San Francisco ha hecho algo parecido en Fell y Masonic, donde las cámaras y las señales luminosas garantizan que los conductores no se cuelen en la vía ciclista.
Creo que una de las grandes ventajas del corredor ciclista de la calle 15 de DC es que delimita una zona en la que los ciclistas se sienten seguros y los coches no tienen la sensación de estar compitiendo por el espacio. Fomenta el uso de la bicicleta al tiempo que la aleja de las zonas más peligrosas y conflictivas. Los ciclistas no se van a ir a ninguna parte, de hecho cada vez son más. Los avances estructurales, como el carril bici de Fell y Oak, son cruciales para acomodar los cambiantes modos de transporte en San Francisco. La implantación inteligente de unas cuantas de estas autopistas para bicicletas como la de DC por todo San Francisco podría contribuir en gran medida a aliviar la estresante relación entre bicicletas y coches en la ciudad.