Siendo nativo de Wisconsin, he estado siguiendo el caso que rodea al juez del Tribunal Supremo del Estado Michale Gableman durante los últimos meses. Por supuesto, no era un casoexactamente, cuando empecé a seguirlo, no era más que un anuncio en mi televisor. Pero ahora la pequeña televisión se ha convertido en una discusión nacional en torno a la elección de jueces.
Ésta es la historia:
En primer lugar, cabe señalar que en Wisconsin elegimos a nuestros jueces del Tribunal Supremo. Esto no se hace en todas partes - otros estados prefieren el método de nombramiento. Gableman se presentó a las elecciones al Tribunal Supremo contra el juez Louis Butler. Durante su campaña, Gableman emitió un anuncio de televisión que contenía algunas afirmaciones ciertas sobre la carrera de Butler como abogado, encadenadas de una manera que muchos consideran falsa.
El anuncio decía: "Butler encontró un resquicio. Mitchell siguió abusando de otro niño". No mencionaba que, aunque Butler ganó la apelación, el Tribunal Supremo del Estado ordenó que Mitchell siguiera en la cárcel. Sólo después de ser puesto en libertad condicional cometió un delito posterior. El anuncio tampoco mencionaba que Butler representó a Mitchell como abogado y nunca conoció del caso como juez.
Ahora lo difícil:
Ahora se están librando algunas batallas acaloradas. La principal de ellas es la cuestión de qué constituye una mentira. Es cierto que Butler encontró un resquicio legal, pero no importó: el cliente fue a la cárcel. E incluso si Butler no hubiera encontrado un resquicio legal, el resultado habría sido el mismo: Mitchell habría cumplido condena y luego habría vuelto a cometer abusos sexuales a menores. Gableman no mintió descaradamente, pero pudo haber tergiversado la verdad.
Una cuestión aún mayor para la política de Wisconsin es la de seguir eligiendo o no a los jueces. Los jueces del Tribunal Supremo de Estados Unidos son elegidos, ¿por qué no los de Wisconsin? El argumento a favor de la elección es que el pueblo debe elegir a quien quiere que interprete sus leyes. Pero hay algo a favor de evitar la parcialidad hacia los posibles litigantes: si un donante de campaña se presenta ante un juez elegido, se abre de par en par la puerta a la parcialidad judicial.
Siempre me he sentido orgulloso de que en mi estado los ciudadanos elijan a sus jueces, pero ahora tengo mis dudas. Si seguimos utilizando el modelo de elección, ¿deberían vigilarse mucho las declaraciones? ¿Qué pasa con la exigencia de que los jueces se inhiban si un donante de campaña se presenta ante ellos como litigante? ¿Deberían gestionarse estas elecciones de forma similar o diferente a otras elecciones políticas?
Me interesa conocer las opiniones de los demás. Sandra Day O'Connor se opone vehementemente a las elecciones de jueces. ¿Y usted?