Cuando se trata de tomar malas decisiones al volante, la conducción bajo los efectos del alcohol y la conducción distraída acaparan la mayor parte de la atención, pero las cifras muestran que los conductores afectados por la fatiga son responsables de uno de cada seis accidentes de tráfico mortales. Sin embargo, a diferencia de la conducción bajo los efectos del alcohol, en la que se puede comprobar fácilmente la tasa de alcoholemia de un conductor, probar que alguien estaba privado de sueño en el momento de un accidente es extremadamente difícil.
Por el momento, Nueva Jersey es el único estado del país que cuenta con algún tipo de legislación que prohíbe circular a los conductores privados de sueño. En Nueva Jersey, se considera que cualquier conductor que no haya dormido en 24 horas conduce de forma temeraria. Recientemente, se ha empezado a prestar más atención a la conducción con somnolencia, y Massachusetts, Oregón, Nueva York y Texas están estudiando leyes para disuadir a los conductores muy fatigados de ponerse al volante. Por desgracia, la gran mayoría de estos proyectos de ley se han paralizado o han sido rechazados.
La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carretera calcula que la conducción con somnolencia está implicada en unos 100.000 accidentes al año. Estos accidentes causan aproximadamente 71.000 heridos y 1.500 muertos.
En los últimos años, a medida que la conducción somnolienta ha ido recibiendo más atención, han empezado a surgir campañas de concienciación pública para advertir a la gente de los riesgos potenciales para la seguridad. La siguiente campaña de ThaiHealth, "Don't Drive Sleepy Project" (Proyecto "No conduzcas con sueño" de ThaiHealth), ilustra de forma fantástica los peligros de la conducción somnolienta con una imagen alarmantemente ingeniosa.
Obviamente, es responsabilidad de cada conductor tomar buenas decisiones y evitar conducir un vehículo si tiene la más mínima duda sobre su capacidad para permanecer alerta y atento. Los siguientes consejos rápidos pueden ayudar a los conductores a mantenerse seguros y reducir la posibilidad de dañar accidentalmente a otra persona:
1) En caso de duda, salga de la carretera
Si necesitas tener las ventanillas bajadas, la música a todo volumen y una taza de café para mantenerte despierto, lo más probable es que no debas conducir. Tómate un descanso y sal de la carretera en cuanto puedas.
2) Conozca las señales de advertencia
Desviarse del carril, esforzarse por mantener los ojos abiertos, quedarse dormido o pisar el rebufo sin querer son señales de advertencia de que puedes estar demasiado cansado para conducir con seguridad. Intenta salirte de la carretera o, si llevas un pasajero en el coche, pregúntale si puede conducir un rato.
3) Utilice el transporte público
¿Demasiado cansado para conducir? Utilice el transporte público. Es barato y te permitirá descansar mientras te llevan a tu destino.
4) Tener un conductor designado o conducir por turnos
Si sabes que vas a estar fatigado, pedir a otra persona que te lleve puede ser la mejor opción. Y, en el caso de los viajes largos por carretera, conducir por turnos es mucho más seguro que seguir conduciendo unas cuantas horas más cuando notes que empiezas a estar cansado.
5) Tómese en serio las advertencias sobre medicamentos
Hay una razón por la que algunos médicos recomiendan no conducir ni manejar maquinaria pesada: porque probablemente no te encuentres en plenas facultades. Tómate en serio estas advertencias y, en caso de duda, no conduzcas.
Crédito de la foto: "La somnolencia es más fuerte que tú. ThaiHealth. No conduzcas con sueño".
¿Qué es la fatiga del conductor y qué repercusiones tiene?
Como un bufete de abogados de lesiones personales en California, GJEL Accident Attorneys ve los efectos devastadores de la fatiga del conductor sobre una base regular. La fatiga del conductor se cree que es un factor en una parte significativa de todos los accidentes de vehículos de motor en los Estados Unidos, con estimaciones que van desde 20-30%. La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA) informa que la conducción somnolienta conduce a aproximadamente 1.550 muertes y 40.000 lesiones no mortales cada año.
Estas estadísticas no son sólo cifras: representan a personas reales que han sufrido daños reales debido a los peligrosos efectos de la fatiga del conductor. Una encuesta reciente realizada por la Fundación Nacional del Sueño reveló que el 60% de los conductores adultos han conducido un vehículo sintiéndose somnolientos en el último año, y el 37% de los conductores adultos admiten haberse quedado dormidos al volante. La encuesta también reveló que los hombres son más propensos a conducir somnolientos que las mujeres, con un 68% de hombres que declaran haber conducido sintiéndose somnolientos, frente a un 57% de mujeres.
Estos resultados ponen de relieve la importancia de la gestión de la fatiga y la necesidad de abordar el riesgo que suponen los conductores somnolientos. Los efectos de la fatiga del conductor pueden ser tan perjudiciales para la seguridad vial como conducir bajo los efectos de las drogas o el alcohol. Es esencial que los conductores reconozcan los signos de fatiga, como sentirse cansado, somnoliento, agotado, perezoso y tener dificultades para mantenerse despierto, y tomen medidas para abordar el problema antes de ponerse al volante. Esto puede incluir dormir lo suficiente, evitar conducir durante las horas en que uno suele tener sueño y hacer pausas para descansar si se siente somnoliento mientras conduce.