Ayer escribimos sobre la propuesta de ley de manos libres que actualmente languidece en el Congreso. Un grupo de demócratas clave cree que la ley reduciría drásticamente las muertes en accidentes de tráfico, pero el proyecto se estancó debido a la confusión sobre su aplicación a escala nacional. Mientras tanto, el Departamento de Transporte de EE.UU. echó una mano a estos senadores el jueves al poner en marcha programas de prueba de prevención de la conducción distraída en Nueva York y Connecticut.
Los programas, que costarán un total de 600.000 dólares en fondos federales y estatales, se extenderán durante la próxima semana y media, con la intención de enviar un mensaje claro: "Teléfono en una mano. Billete en la otra". El Secretario de Transportes, Ray Lahood, ha declarado que acabar con la conducción distraída, principal causa de muerte entre los adolescentes, es el principal objetivo de su oficina y que este programa de prueba es similar a las exitosas iniciativas utilizadas en el pasado para frenar la conducción bajo los efectos del alcohol.
Según la National Highway Traffic Security Administration, un conductor distraído fue responsable de casi una quinta parte de todos los accidentes ocurridos en 2008, causando casi 6.000 muertos y 500.000 heridos. Estas estadísticas han atraído la atención de una cohorte de destacados defensores de la seguridad, entre ellos la superestrella de la televisión Oprah Winfrey.
El Secretario Lahood está colaborando estrechamente con Oprah, que este mes lanzó una campaña contra la conducción distraída que culminará con el "No Phone Zone Day" el 30 de abril. "Sabemos que si conseguimos que la gente guarde sus teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos cuando están al volante", dijo Lahood, "podemos salvar miles de vidas y evitar cientos de miles de lesiones cada año". Los productores del programa dicen que la petición de Oprah ya ha recibido cientos de miles de firmas.
Dejar de escribir y enviar mensajes de texto en el coche debería ser algo obvio. Pero a pesar de los informes que demuestran que hablar por teléfono cuadruplica el riesgo de accidente, y que enviar mensajes de texto es aún más peligroso, los conductores siguen optando por la distracción. Así que los legisladores se han puesto manos a la obra para promulgar leyes que complementen la responsabilidad personal. Será interesante ver si los conductores desisten o se arriesgan a colisiones y multas más elevadas a pesar de los peligros y las señales de advertencia.
Crédito de la foto: ASurroca (Creative Commons)