Chrysler ha anunciado hoy que llamará a revisión a más de 600.000 vehículos por problemas de seguridad en los frenos y el cableado de populares modelos Jeep y Dodge. La empresa llamará a revisión a un cuarto de millón de monovolúmenes 2008-2009 por un problema eléctrico en las puertas correderas que "posiblemente podría provocar un incendio"; a casi 300.000 Jeep Wrangler 2007-2010 por fugas de líquido de frenos y fallos en los frenos "que aumentan el riesgo de accidente"; y a 25.000 modelos Dodge Calibur y Jeep Compass 2007 por pedales del acelerador pegajosos.
El dolor de cabeza de Chrysler no ha sido tan brutal como el de Toyota. Sin embargo, la empresa fue señalada públicamente por la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras a principios de mayo por las complicaciones derivadas de los pedales de aceleración pegajosos. En aquel momento, Consumer Reports escribió: "Casualmente, los pedales fueron fabricados por CTS Corporation, que es el mismo proveedor que fabricó los pedales de ocho modelos de Toyota que fueron retirados del mercado en enero por tener los pedales del acelerador pegajosos". ¿Es una coincidencia o una tendencia?
En un comunicado, Chrysler aclara que todos los frenos afectados se debieron a un error mecánico que se produjo durante un periodo de cinco semanas en la primavera de 2006. La empresa también afirma que no tiene constancia de que se hayan producido lesiones o víctimas mortales como consecuencia de los vehículos afectados.
La semana pasada, el Comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes aprobó una ley destinada a mejorar las normas de seguridad de las empresas automovilísticas estadounidenses. El proyecto de ley, presentado tras la llamada a revisión de Toyota de casi 9 millones de vehículos en todo el mundo, aumentaría el límite de responsabilidad de 16,4 millones de dólares para las empresas automovilísticas e implantaría dispositivos de grabación de cajas negras en todos los vehículos nuevos para ayudar a determinar la causa de los accidentes. La industria automovilística dice apoyar la medida, pero advierte de que las cajas negras podrían aumentar drásticamente los precios de los vehículos nuevos. "La caja negra típica de un avión cuesta 22.000 dólares, lo que se acerca al precio medio de un coche nuevo", dijo Dave McCurdy, presidente de la Alianza de Fabricantes de Automóviles, que incluye a Toyota y Chrysler, entre otras grandes empresas automovilísticas.
El precio es una preocupación válida, pero si el mayor precio inicial disuade de futuras catástrofes a Toyota, la nueva normativa de seguridad podría ahorrar dinero y vidas.
Crédito de la foto: haglundc
Andy Gillin se licenció en la Universidad de California en Berkeley y se licenció en Derecho en la Universidad de Chicago. Es el socio gerente de GJEL Accident Attorneys y ha escrito y dado conferencias en el campo de la ley de lesiones personales de los demandantes para numerosas organizaciones. Desde 1972 ha estado ayudando a las víctimas gravemente heridas en todo el norte de California luchar y ganar sus casos de lesiones personales. Andy es uno de los abogados más premiados y reconocidos por homicidio culposo en el norte de California.