A mediados de agosto, el turista alemán Nils Yannick Linke murió atropellado por un conductor ebrio en el cruce de las calles Masonic y Turk de San Francisco. Poco después, se colocó una "bicicleta fantasma" en esa intersección, con el propósito de recordar a Linke y a otros ciclistas que han muerto en las calles de la ciudad. El movimiento de las bicicletas fantasma sólo tiene siete años, pero recientemente ha cobrado impulso aquí en California, y en otros lugares, ya que las bicicletas fantasma se han implantado en 134 ciudades de 35 estados y 21 países.
En los últimos meses, el movimiento ha ganado una legitimidad adicional en la ciudad de Nueva York, donde el Departamento de Saneamiento de la ciudad dijo que planeaba retirar las bicicletas "abandonadas" de las aceras hasta que intervinieran los defensores de la seguridad de las bicicletas. Mary Beth Kelly, cuyo marido murió en un accidente de bicicleta, criticó abiertamente la maniobra planeada por el departamento. "Estamos intentando hacer de Nueva York una ciudad más habitable, y eso significa que los medios de transporte alternativos tienen que estar disponibles y ser seguros", afirmó. "Estas bicicletas sirven para recordarnos que sólo estamos a mitad de camino".
Por desgracia, las bicicletas fantasma de San Francisco aún no han alcanzado la misma permanencia que en Nueva York. A mediados de septiembre, el Departamento de Bienestar Público de San Francisco retiró la bicicleta fantasma de Linke porque "bloqueaba el derecho de paso público" y obstruía el paso de un equipo de limpieza de calles. La política actual del organismo es dejar los monumentos en bicicleta durante tres semanas, y después ponerse en contacto con la familia de la víctima del accidente antes de retirar el monumento.
La Coalición Ciclista de San Francisco se ha erigido en firme defensora de este tipo de conmemoraciones. "Las bicicletas fantasma son una forma de que la comunidad se reúna para honrar y conmemorar la vida de la víctima", declaró la directora ejecutiva en funciones del grupo, Renee Rivera. "Instaladas por la familia, los amigos o los seres queridos de la víctima, la bicicleta fantasma subraya realmente nuestro trabajo, ya que es un recordatorio visual y silencioso de la importancia de unas calles más seguras".
Es importante que los monumentos para bicicletas no obstruyan los pasos públicos ni a los equipos de limpieza viaria. Pero con más de 700 accidentes mortales de bicicleta al año (más de 100 solo en California), los defensores de la seguridad y las autoridades municipales deberían llegar a un acuerdo para idear un sistema que mantenga la eficiencia de las calles y siga fomentando la concienciación sobre la seguridad de las bicicletas.