Como líderes electos, responsables de transporte y defensores de la seguridad convergen en Washington DC con motivo de la segunda cumbre anual sobre conducción distraída, el impacto de las leyes antidistracción existentes será el tema central. En California, las cifras son poco alentadoras. Desde que entró en vigor la prohibición estatal de los teléfonos móviles en enero de 2009, el número de conductores distraídos ha aumentado en mayor, al 2,7 por ciento de los conductores en un momento dado, según el Automotive Club of Southern California.
Mi corazonada es que esta paradoja es más el resultado de una tecnología cada vez más avanzada y de la falta de concienciación sobre las leyes de telefonía móvil que un intento deliberado de saltarse las leyes estatales contra el uso del móvil al volante. Después de todo, es probable que la mayoría de los californianos no sean tan rebeldes como para saltarse la ley porque sí. En este caso, el miedo es el mejor remedio; para que la legislatura californiana impulse la adhesión a la prohibición de la conducción distraída, debe aprobar leyes más estrictas y tomar medidas más enérgicas.
"Se necesitan sanciones más severas, más concienciación y educación de los conductores, y una mayor aplicación de la ley para reducir significativamente una de las actividades más peligrosas que un conductor puede hacer mientras está en la carretera", dijo el Director de Asuntos Gubernamentales del Auto Club, Steve Finnegan. "El aumento del envío de mensajes de texto indica que el crecimiento del envío de mensajes de texto en general ha superado los esfuerzos de aplicación actuales y ha superado la ley actual, que debe reforzarse para mejorar la seguridad."
Un proyecto de ley que habría aumentado las multas para los infractores reincidentes y por primera vez, y añadido un punto al historial del conductor peligroso, fue rechazado recientemente por la legislatura de California. El senador estatal Joe Simitian, uno de los copatrocinadores del proyecto de ley, ha declarado que la conducción distraída no desaparecerá de la noche a la mañana. Aunque "llevará tiempo, educación y aplicación de la ley", Simitian afirma que la conducción distraída acabará considerándose tan tabú como conducir ebrio o hacer caso omiso del cinturón de seguridad.
El Secretario de Transportes, Ray LaHood, ha sido una fuerza importante en la lucha contra la conducción distraída, y la segunda cumbre anual sobre el tema que se celebra hoy tratará de inspirar medidas a nivel local y nacional. Tras señalar las 6.000 muertes y casi 500.000 heridos que provoca cada año la conducción distraída, LaHood destacó ayer en su blog la tragedia central. "Una vez que conoces a las víctimas y a los seres queridos que deja tras de sí este peligroso comportamiento, la cosa se pone aún peor. Porque entonces entiendes que no estamos hablando de cifras, sino de vidas que se rompen y de personas que mueren en accidentes que son 100% evitables."
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