En los últimos meses, una propuesta para construir un carril bus de contraflujo en el Puente de la Bahía ha cobrado impulso entre las principales agencias de transporte, como la Comisión Metropolitana de Transporte (MTC), BART y AC Transit. El carril de contraflujo propuesto convertiría un carril infrautilizado en dirección este en un carril para autobuses en dirección oeste, proporcionando un alivio de la capacidad muy necesario para BART y los viajeros del Puente de la Bahía al acomodar hasta 10.000 nuevos pasajeros por hora a través de AC Transit y los autobuses WestCAT Transbay. Este total equivale a casi la capacidad actual de todo el piso superior.
Un carril bus a contracorriente, junto con otras mejoras en el servicio de autobuses de Transbay, tiene mucho sentido como mejora a corto plazo del corredor mientras se avanza en una solución a largo plazo (un segundo Transbay Tube). Sin embargo, las discusiones en torno a un carril bus a contracorriente también deberían considerar cómo podría coordinarse con un carril bici y peatonal a través del tramo occidental del Puente de la Bahía.
Durante mucho tiempo se ha considerado que el Puente de la Bahía es una de las mayores lagunas de la red ciclista del Área de la Bahía. Caltrans y la Autoridad de Peaje del Área de la Bahía (BATA) han examinado varias veces las opciones para construir un carril bici/pedestre en el tramo oeste, incluyendo un estudio de viabilidad y un informe de estudio del proyecto. Los estudios anteriores han concluido que el proyecto es muy costoso -aproximadamente 500 millones de dólares-, lo que ha limitado la voluntad de los responsables políticos de avanzar en el proyecto en relación con otras necesidades críticas de transporte. Sin embargo, el pasado mes de noviembre, BATA aprobó un estudio de 10 millones de dólares para examinar conceptos preliminares de ingeniería para diseños de menor coste y, con suerte, lograr una solución más factible, en coordinación con Caltrans.
Tanto el proyecto de carril bus como el de carril bici/peatonal se enfrentan a problemas de conexión con San Francisco. La rampa de salida del carril bus a contracorriente podría entrar en conflicto con una urbanización residencial propuesta en el 525 de Harrison, lo que podría elevar los costes por encima de la estimación inicial de 51 a 177 millones de dólares. La aproximación del carril bici/pedestre a San Francisco podría suponer entre el 10% y el 20% del coste total del proyecto (según el estudio de viabilidad de 2001); esta proporción podría ser aún mayor en la actualidad, dado el aumento de los costes asociados a la adquisición del derecho de paso.
Un enfoque combinado de autobuses, bicicletas y peatones podría reducir los costes y lograr una solución beneficiosa para ambos proyectos. Considerar cada proyecto dentro del contexto más amplio de un plan de movilidad multimodal para el Puente de la Bahía podría permitir soluciones creativas que logren economías de escala. Por otro lado, los esfuerzos descoordinados podrían dar lugar a propuestas que se solapen o entren en conflicto. No está claro el grado de colaboración entre la MTC, BATA y el personal de Caltrans en estos proyectos, ya que cada uno de ellos está sujeto a un contrato independiente con distintos gestores de proyecto en diferentes fases de ejecución. Dicho esto, ambos estudios están siendo llevados a cabo por el mismo consultor (Arup), por lo que es de esperar que estas discusiones se están produciendo internamente, incluso si todavía no se han producido públicamente.
Es un momento emocionante para el futuro del transporte multimodal en el Puente de la Bahía. Con una estrecha coordinación entre MTC, BATA y Caltrans, algo de ingeniería creativa y un poco de suerte, es de esperar que ambos proyectos se lleven a cabo en la próxima década.